El árbol del anís estrellado recuerda al laurel, por su bello porte, y al magnolio, por sus decorativas flores. Todo él desprende un agradable aroma muy similar al del anís verde, aunque más intenso. Fue introducido en Europa a finales del siglo XVII, cuando el uso de las especias orientales se hallaba en su máximo apogeo.
El anís estrellado, a pesar de pertenecer a distinta familia botánica que el anís verde o común, contiene el mismo principio activo: una esencia rica en anetol. Por eso sus propiedades son similares a las del anís verde: eupéptico (facilita la digestión) y carminativo (elimina los gases y las flatulencias intestinales). Resulta muy útil en los casos de digestiones pesadas, fermentación intestinal y flatulencia (exceso de gases). Por su acción ligeramente antiespasmódica alivia los espasmos de las vísceras huecas (estómago, vesícula biliar, intestino, útero, etc.). Expectorante, carminativo, tónico estomacal, digestivo, regulador de las funciones menstruales y favorecedor de la secreción láctea. Se utiliza para las malas digestiones, gastroenteritis, meteorismo, espasmos gastrointestinales. Inapetencia, dispepsias hiposecretoras, gastroenteritis, flatulencia, espasmos gastrointestinales. Catarros, bronquitis. La esencia determina una acción carminativa, estomáquica, eupéptica, espasmolítica y antiséptica.
Características
Modo de empleo:
Uso: si se prepara en infusión, se necesita menor proporción que con el anís verde, por ser más concentrado; es suficiente con 2 o 3 frutos por taza, de 2 a 3 tazas diarias, después de las comidas.
Uso tópico: pediculosis.
Contenido:
Bolsa con 60 gr. de semillas procedentes de agricultura ecológica.
Alertas:
Contraindicado en casos de embarazo, lactancia, e hiperestrogenismo.
La esencia de anís estrellado, por su gran contenido en anetol, tiene efectos tóxicos sobre el sistema nervioso (delirio y convulsiones), cuando se toman dosis elevadas. Las bebidas alcohólicas preparadas con esta esencia, pueden provocar envenenamientos.